¿Un paso al lado?

Un buen amigo que participa y trabaja desde ya algunos años en un modesto colectivo tiene serias dudas sobre su futuro. Las dudas han aparecido porque, según me ha contado entre copa y copa, las cosas no son tal y como esperaba. En su día se dijo que se conformaría un equipo de trabajo donde la corresponsabilidad intentaría evitar las apariciones estelares de ciertos personajes que siempre buscan un minuto de gloria. Pero a veces los egos son capaces de esconderse en la pretemporada para surgir cuando llega el momento decisivo de saltar al campo. En estos momentos anda algo defraudado. Mi amigo, al que conozco como si fuese yo mismo, siempre estuvo en contra de los personalismos. Casi a diario comprueba cómo en más ocasiones de las debidas se toman decisiones unilaterales, y ha detectado ciertos movimientos de fichas que le huelen mal. “Los personalismos hacen mucho daño casi siempre que aparecen”, me dice siempre. “Sirvan como ejemplo los personalismos de Pedro Pacheco y Pilar Sánchez, que terminaron desembocando en el “Pachequismo” y el “Pilarismo” que algunos tanto critican en Jerez”, subraya.
Querido amigo, igual desvelo con estas líneas un ‘enfado’ muy personal. Perdóname, pero es mejor desahogarte a que vayas acumulando más guasa ahí dentro. Eso al final hace daño, e igual, leyendo estas líneas alguien se da por aludido y las cosas mejoran. Todo sea por el futuro. Y por cierto, ve eliminando de tu mente la idea de dar un paso al lado… aunque yo tampoco comparto el hecho de que haya quien ostente responsabilidades de “mandatario” -aun no estando presente en el once inicial- cuando hay gente a la que a pesar de haber llegado primero, se “sacrificó” para que el grupo no perdiese la “guerra”, y luego se le ha dado la espalda, a favor de su “camarilla”. Me suena a la política que tanto detesto. ¿Un paso al lado? Igual se merecen dos.