Se jubila

Es una de las voces de la radio jerezana. Durante años ha llevado a los radioyentes de la Cadena Cope en Jerez las noticias. Desde hace algún tiempo, andaba trabajando con jornada reducida, quizás como premio a su excelente labor en este medio de comunicación, tal vez como castigo por su dedicación en cuerpo y alma a la profesión. Quién sabe.

Después de más de media vida dedicada a las ondas, Esperanza Lescún dice adiós, aunque yo prefiero dejarlo en un hasta luego. Se jubila. Espero que sus compañeros de profesión, a través de la renovada Asociación de la Prensa de Jerez, no pierdan este hecho de vista. Un ‘detallito’ seguro que le agradará, y dejar pasar la oportunidad sería algo imperdonable. Enhorabuena, Esperanza. Lo siento, Cope.

Un animal político

Anda todo el mundo maravillado con la visita de Sarkozy. En el Congreso han aplaudido, y no sólo por cortesía, un discurso que ha pronunciado sin ni siquiera un guión, según han dicho los periodistas allí presentes, y con un gran poder de convicción gracias a una comunicación gestual envidiable. Entre frases confeccionadas para coronar con el aplauso ajeno, ha mostrado su apoyo en la lucha contra el terrorismo y ha dejado claro que apuesta por la entrada de España en el G-20, entre otras cosas. Es decir, lo previsible. Como político, es un experto en decir lo que quiere oírse, aunque también es cierto que en ocasiones se sale del tiesto, quizás en busca de algún titular. Todos, incluido este animal político, tienen algo criticable.
Nicolás Sarkozy es un político de su tiempo, una época en la que el marketing político es capaz de vender a un espantapájaros con traje como presidente de una nación. Tal vez este francés con raíces húngaras tenga algo más que paja en la testa, y casi seguro que su perfil como adulador con sueldo público está por encima del político español medio –a tenor de la devoción que casi todos nuestros políticos han demostrado-. Pero no es menos cierto que la visita del ‘jefe’ francés, junto con su consorte de revista, deja claro que aquí bailamos al son de cualquier ‘extraterrestre’. Sólo le faltó anunciar un nuevo Plan Marshall.

Echan de menos a García Bermúdez

Hoy, aprovechando que pasaba por la calle Caballeros, me he llegado a la Delegación de Recursos, donde sindicalistas de CGT permanecen encerrados desde este mediodía, según pude saber a través de los medios locales. Allí, intercambiando unas palabras con miembros del sindicato, he llegado a la conclusión de que echan de menos a Juan Manuel García Bermúdez, el ex edil de Recursos con el que practicaron una estrategia de acoso y derribo que en ocasiones excedió lo esperado.
Ya hace algunas semanas que García Bermúdez abandonó el barco por problemas de salud, según la versión oficial. Espero que se recupere pronto, porque siempre lo consideré uno de los políticos más valiosos del Gobierno, aunque su papel de ‘poli’ malo y de azote de la oposición dañó demasiado su imagen. En fin, Juan Manuel, vuelve pronto, que hasta tus detractores lloran tu ausencia.

Es propio...

Es propio de la realidad
ser poca y no ser verdad.

Es propio de las santas
que les broten rosas
del tajo de la garganta.

Es propio de la libertad
ser dada y provisional.

Es propio de tú y yo
querernos sin con-pasión.

Es propio de las culturas
firmar en las sepulturas.

Es propio de las ideologías
servirse de policías.

Es propio del esclavo
irse pareciendo al amo.
(y al contrario)

Es propio del alma mía
ser valor y mercancía.

Poema Es-propios, de Isabel Escudero

¿Jerecom ha vuelto?

¡Menuda fotografía! La alcaldesa, Pilar Sánchez, visita unas obras en la barriada San Ginés y, curiosamente, se detiene a hablar con algunas de las personas que han sido empleadas a través del Plan Memta, iniciativa que está regenerando algunos barrios de la ciudad. Lo que tiene guasa, y por eso no he dudado en traer la imagen a esta calle, es que uno de los trabajadores lleva una camiseta de Jerecom, empresa que quebró hace ya unos meses, que ha dado un montón de quebraderos de cabeza al Ayuntamiento y que, lo más grave, dejó en la estacada a infinidad de trabajadores autónomos que incluso han tenido que vender e hipotecar sus pertenencias para intentar salir adelante. Únicamente cabe esperar que esta extraña coincidencia sólo responda a que el joven ha rescatado la camiseta de su fondo de armario…

¿Elogiable o denunciable?

¿Elogiable o denunciable? ¿Vandalismo o creatividad? Si hay que tirar de civismo, no hay duda. La imagen de la fotografía es dañina, porque una pintada, dibujo o grafiti en un lugar no apropiado mancha la estampa de la ciudad, tanto para el visitante como para el propio jerezano, que no olvidemos, siempre será el más afectado, aunque sólo sea porque se aborde el asunto desde el punto de vista económico (eliminar el dibujo supone un desembolso que siempre acaba soportando el bolsillo del contribuyente).
Pero, por otro lado, si intentamos ir más allá, tal vez la acción puede que esté justificada. El atrevimiento incita a pensar que faltan lugares donde los artistas puedan expresarse a través de su arte, aunque entonces uno recuerda el mural reservado para el ‘pintamuro’ junto al Parque de Bomberos, y también el del puente de la calle Medina. En el intento de defender al “vándalo”, intento ponerme en su piel, y esto me lleva a pensar en la necesidad que existe a veces de levantar la voz sin motivo aparente, de hacer prevalecer la libertad por encima de todas las cosas, y de la atracción que tiene siempre lo prohibido. Quién sabe, quizás sea un homenaje a quienes desgastaron dictaduras con la palabra, una brocha, algo de pintura y una pared hasta entonces inmaculada.
“Una pared blanca no dice nada”, acaba escribiendo el autor. Me pregunto si el hombre que pasaba en el momento de realizar la fotografía piensa lo mismo, aunque si tengo que juzgar por el instante inmortalizado, creo que la respuesta está clara.

PD: La foto, aunque bien podría haber sido realizada en La calle de la guasa, está tomada en el entorno de la calle Caracuel, en uno de los múltiples sitios que casi pasan desapercibidos para las personas que visitan el centro de Jerez, salvo que seas un viandante con ganas de explorar o simplemente estés en la calle Larga y necesites pasar a la plaza San Andrés.

El espíritu deportivo

Quizás se debe a que uno de más joven se dedicó a darles patadas y a correr tras un balón. Tal vez todo esté motivado por el espíritu deportivo del que uno va empapándose y de esa frase tan manida que dice que lo importante, por encima de todas las cosas, es participar, aunque si se gana, el goce es doble. Pero lo cierto es que uno no llega a entender la ausencia de espíritu deportivo de algunas personas. Será que nunca practicaron un deporte de equipo, donde uno aprende a sacrificarse por el bien del conjunto –hoy por ti mañana por mí-; a desempeñar una labor oscura y en la sombra, casi nunca reconocida; a competir de manera sana y a sacar lecciones tanto de las victorias… como de las derrotas.
La verdad es que observando las polémicas elecciones de los periodistas de la ciudad uno no entiende ciertas actitudes. La campaña electoral, según se ha denunciado, ha estado llena de afirmaciones y estratagemas sucias y antideportivas, que incluso se han repetido después de conocer el resultado de unos comicios que finalmente ha ganado la candidatura liderada por María José Pacheco, con su original ‘Más que palabras: Periodistas como tú’.
De todo hay que extraer cosas positivas y negativas. Tanto vencedores como vencidos tendrán que analizar ahora los errores cometidos durante las últimas semanas, porque también en las victorias se pierde algo.
A estas alturas, sólo me queda dar la enhorabuena a las dos listas, porque parece que han despertado de cierta forma a un gremio algo aletargado, en el que sólo unos pocos han trabajado por el resto. Ahora el reto será que no vuelva a echarse a dormir la siesta. Y, por cierto, quienes nunca lo hayan hecho, que practiquen alguna modalidad deportiva en equipo: igual aprenden algo.

No puedes enfadarte...

No puedes enfadarte con alguien porque estruje la pasta de dientes y la deje así como asfixiada. Tampoco puedes enfadarte con alguien porque se queda dormido en el sofá o porque se le olvida comprar eso que tú tanto esperas. No puedes enfadarte porque toda tu familia te espere el domingo para comer y te pidan que lleves 30 platos a la mesa. Tampoco puedes enfadarte porque alguien te enseñe 40 veces los catálogos de cocinas, o porque tu marido se entretenga en el bar contando batallitas. No puedes enfadarte porque, sin avisar, la pasta de dientes deja de estar estrujada, nadie se duerme en el sofá, o ya no necesitas eso que siempre se le olvidaba comprar. De repente, dejas de ver cocinas en catálogos y no tienes que esperar a que nadie llegue del bar. Y un domingo cualquiera tendrás que llevar un plato menos a la mesa; y entonces te enfadarás contigo mismo y querrás pegarle patadas a la vida, pero no sabes donde coño está. Sólo podrás hablar como si tu padre, el que lo dejaba todo en medio o no se acordaba de tu cumpleaños, no estuviera en la mesa porque, como muchos otros días, llega tarde. Pero la triste realidad te dará una bofetada enorme y te acordarás de que esta vez llega tarde para siempre.

PD: Texto escrito por una persona muy querida por mí, que aprendió a valorar las cosas pequeñas e importantes de la vida. Gracias por estar ahí. Te quiero.

La calle de la guasa

La calle de la guasa existe en muchos sitios y en ninguno, aunque quizás nunca hayas oído hablar de ella. La calle de la guasa es un espacio donde reina la libertad y la ironía, donde hay cabida para todo y para todos. Es un rinconcito escrito para quien lo quiera leer, y en el que se será crítico con los asuntos y las personas que así lo exijan. En este espacio no habrá límites a las ideas, ni a las palabras, eso sí, siempre que se expresen sin insultos.
Hoy nace ‘La calle de la guasa’, una vía recién inaugurada que está abierta a todo el mundo.