martes, 28 de abril de 2009

Un animal político

Anda todo el mundo maravillado con la visita de Sarkozy. En el Congreso han aplaudido, y no sólo por cortesía, un discurso que ha pronunciado sin ni siquiera un guión, según han dicho los periodistas allí presentes, y con un gran poder de convicción gracias a una comunicación gestual envidiable. Entre frases confeccionadas para coronar con el aplauso ajeno, ha mostrado su apoyo en la lucha contra el terrorismo y ha dejado claro que apuesta por la entrada de España en el G-20, entre otras cosas. Es decir, lo previsible. Como político, es un experto en decir lo que quiere oírse, aunque también es cierto que en ocasiones se sale del tiesto, quizás en busca de algún titular. Todos, incluido este animal político, tienen algo criticable.
Nicolás Sarkozy es un político de su tiempo, una época en la que el marketing político es capaz de vender a un espantapájaros con traje como presidente de una nación. Tal vez este francés con raíces húngaras tenga algo más que paja en la testa, y casi seguro que su perfil como adulador con sueldo público está por encima del político español medio –a tenor de la devoción que casi todos nuestros políticos han demostrado-. Pero no es menos cierto que la visita del ‘jefe’ francés, junto con su consorte de revista, deja claro que aquí bailamos al son de cualquier ‘extraterrestre’. Sólo le faltó anunciar un nuevo Plan Marshall.

1 comentario:

  1. Esta "guasa" es muy inteligente. Es que el sentido del humor es el mejor de los sentidos, en mi opinión.

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