miércoles, 22 de abril de 2009

¿Elogiable o denunciable?


¿Elogiable o denunciable? ¿Vandalismo o creatividad? Si hay que tirar de civismo, no hay duda. La imagen de la fotografía es dañina, porque una pintada, dibujo o grafiti en un lugar no apropiado mancha la estampa de la ciudad, tanto para el visitante como para el propio jerezano, que no olvidemos, siempre será el más afectado, aunque sólo sea porque se aborde el asunto desde el punto de vista económico (eliminar el dibujo supone un desembolso que siempre acaba soportando el bolsillo del contribuyente).
Pero, por otro lado, si intentamos ir más allá, tal vez la acción puede que esté justificada. El atrevimiento incita a pensar que faltan lugares donde los artistas puedan expresarse a través de su arte, aunque entonces uno recuerda el mural reservado para el ‘pintamuro’ junto al Parque de Bomberos, y también el del puente de la calle Medina. En el intento de defender al “vándalo”, intento ponerme en su piel, y esto me lleva a pensar en la necesidad que existe a veces de levantar la voz sin motivo aparente, de hacer prevalecer la libertad por encima de todas las cosas, y de la atracción que tiene siempre lo prohibido. Quién sabe, quizás sea un homenaje a quienes desgastaron dictaduras con la palabra, una brocha, algo de pintura y una pared hasta entonces inmaculada.
“Una pared blanca no dice nada”, acaba escribiendo el autor. Me pregunto si el hombre que pasaba en el momento de realizar la fotografía piensa lo mismo, aunque si tengo que juzgar por el instante inmortalizado, creo que la respuesta está clara.

PD: La foto, aunque bien podría haber sido realizada en La calle de la guasa, está tomada en el entorno de la calle Caracuel, en uno de los múltiples sitios que casi pasan desapercibidos para las personas que visitan el centro de Jerez, salvo que seas un viandante con ganas de explorar o simplemente estés en la calle Larga y necesites pasar a la plaza San Andrés.

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