miércoles, 30 de diciembre de 2009

¿Y esa promesa?


Hoy no llueve, pero aún muchas familias jerezanas nadando entre el agua que el Guadalete ha decidido que le sobra. Ese río que fue el protagonista de una de las grandes promesas electorales de Pilar Sánchez (PSOE), la alcaldesa de la ciudad. Ese río que aseguró regeneraría en este mandato del que ya se han cumplido más de dos años y medio. Tenía hasta presupuesto, según anunció en la campaña electoral a los medios de comunicación.
Estos días, dicen, ha ido a visitar a las familias afectadas. Lo raro es que no hayan salido publicadas fotografías, puede que porque estos días quienes la retratan en el Ayuntamiento están de vacaciones. Igual, allí, con los pies mojados, ha vuelto a prometer la recuperación del río olvidado, que no volverán a ver sus casas como si de un islote se tratase, y que no se repetirán las muertes de los animales que estos días han sucumbido a las aguas. Seguro que les habrá dicho, que si hace falta, abrirá -como Moisés- el mar que ahora tiene Jerez en la zona de Las Pachecas y La Ina. Promesas y más promesas. Lo único que saben hacer -además de llenar sus cuentas corrientes- los políticos.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Tan rico como siempre...


No, a mi tampoco me tocó el Gordo, por la sencilla razón de que decidí no invertir dinero en una fuente de ilusiones y de frustraciones al mismo tiempo. Aún recuerdo el pasado año, cuando tras consultar si mi décimo estaba premiado en la web de un periódico me llegó la noticia de que me habían correspondido 100 eurillos... que al final resultaron ser 0 cuando decidí ir a cobrarlo a una administración de lotería de Jerez. Las cosas del azar... y del mal oido que tienen quienes tomaron los números ganadores.
Bueno, pues eso, que sigo siendo tan rico como siempre: tengo una familia tremenda, una pareja sin igual y un perro que, pese a lo revoltoso que es casi siempre, me alegra el día cada vez que llego a casa. Sí, también tengo muchos problemas, como una hipoteca que me asfixia, continuos gastos por una casita que de vez en cuando hace aguas y me pide un arreglito, pero nada más. Con tener salud me basta, porque no se me caen los anillos por ganarme el dinero con mi trabajo. Eso sí, esto no quita que sientea cierta envidia de las personas a las que les ha tocado el dichoso Gordo. Saludos.