No es plato de buen gusto

No es plato de buen gusto para un político ser el centro de las críticas. No es plato de buen gusto, sobre todo si eres alcaldesa, verte rodeada por muchas personas -donde había pocos fieles- que critican tu gestión y piden tu dimisión. No es plato de buen gusto que te sigan con pancartas en las que se hacen públicas las deficiencias de tu gestión. No es plato de buen gusto que un acto como el encendido del alumbrado, al que acuden muchos potenciales votantes acabe convirtiéndose en una encerrona. Puedo imaginar cómo se sintió en la tarde-noche de ayer la alcaldesa, Pilar Sánchez. Eso sí, seguro que nunca alcanzaré a saber cómo se sintió al cien por cien. El acto celebrado ayer junto a El Gallo Azul no fue plato de buen gusto. Tanto que seguro que ni siquiera cenó al llegar a casa... no fuese a repetirse la escena.