Busco sus reflexiones cada día, pero no las encuentro. Se ve que estos días está más desubicado que nunca. A veces, lo reconozco, me animo a escribir al leer un texto suyo, porque me motiva su forma de hablar de las cosas. Me da igual que se llame Ramón o Rosa, pero quiero volver a leer algo suyo pronto.
Haremos lo que podamos.
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